El Conde de Chesterfiel le encargo un sofá a su ebanista para que los caballeros no tuvieran que adoptar una postura poco decorosa y a su vez la espalda recta. Por eso el respaldo y los brazos tienen la misma altura. En la mayoría de los casos las patas suelen ser redondeadas y bastante cortas.
El Sofá Chester es una de esas piezas, que indistintamente de la época, siempre esta de moda. Pero ahora especialmente ha vuelto con fuerza. Esta pieza que nació en Inglaterra para decorar los exclusivos clubes londinenses en los siglos XVIII y XIX, vetados para las mujeres, no puede faltar hoy para crear ambientes modernos. El Sofá Chester combina perfectamente con piezas de diseño que contrastan con su línea clásica y le confieren un aire barroco a la estancia.
En cuanto al tapizado, la característica fundamental del sofá Chester es el capitoné, o botones cosidos que le dan ese aire tan elegante. Al comienzo no llevaba cojines el asiento, sino que se sentaban sobre la estructura acolchada sin más. El respaldo y los brazos van en voluta. Los materiales en los cuales se realiza son varios. El Chester original era de cuero en colores como el marrón, el burdeos o el verde, aunque ahora el blanco y el plata se han convertido en colores de moda.
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